La canción tuvo bastante éxito y decidí escribir más. Fue entonces cuando pensé que debería buscarme un nombre artístico, y resolví llamare Tito Garraf en honor a esta bella comarca, sita en la costa central catalana.
Desde que me cambié el nombre, padezco lo que técnicamente se denomina, trastorno de identidad disociativo, que traducido, significa que vivo instalado en un permanente delirio, que me impide saber si realmente soy yo, el personaje que decidí que sería, o puede que los dos a la vez. Pero da igual, porque si yo no lo sé, no veo razón alguna para que a nadie le pueda interesar saberlo.
Tito Garraf es un soñador, un optimista que quiere aportar su granito de arena para a construir una sociedad más justa y amigable, donde todos nos sintamos cómodos viviendo. Disfrutemos la vida, no compliquemos las cosas.